Todo empezó cuando a Diego (co-founder) le regalaron un par de calcetines. A partir de ahí nos cuestionamos sobre la industria mexicana y nos dimos cuenta de que no había una marca en el mercado 100% mexicana y con productos de calidad. Ahí fue cuando comenzamos a pensar en que era una idea viable. Fue hasta después descifrar nuestras limitantes y ver que nuestro producto tenía potencial, decidimos hacer la primera gran inversión en la maquiladora. Tener ownership del proceso nos da más libertad para experimentar con los diseños y la producción. Eso si, los expertos en producción hacen lo suyo mientras que nosotros nos encargamos de desarrollar la marca, los diseños originales y comercializar los calcetines. |